30 ene 2011

(cap.21) ... Atardecer único...


Pasaron los días y yo seguía en el mismo lugar,aunque cada vez mejor.
¡Suerte que solía tener varias visitas al día!
Cada uno contaba cosas diferentes y me entretenían como podían.
Me contaban lo que habían estado haciendo;anécdotas.Me hacían reír contando chistes,o me ayudaban con la tarea de la escuela.
Pudo sonar aburrido esto último.Pero no a todos los adolescentes nos aburré.A algunos les gusta aprender para no ser unos fracasados en sus vidas o bien por el gusto de,simplemente,aprender.
Y creer cuando digo que estando en un hospital una se aburre "como una ostra",y aunque odie estudiar,lo hacía con tal de conseguir entretenerme.
Tenía muchos amigos dispuestos a ayudar en lo que hiciese falta.
¡Eran geniales!
Hasta incluso me gustaba que viniese Mike a verme de vez en cuando.Y últimamente me había empezado a caer muy bien.Había encontrado su lado gracioso y amistoso.Y eso me agradaba.
Me daba la impresión de que ya sabía que entre Gabriel y yo había una "conexión especial" cuando nos veía volver a casa juntos.Pero jamás dije nada a nadie.
También notó,las veces que vino Lucas,que él también sentía algo especial(Lucas era muy obvio,al igual que él haciendo darme cuenta de lo que ahora cuento).
Aún así seguía intentando tener alguna posibilidad conmigo.Pero lo que él quería sabía que no pasaría de la amistad que aún estábamos forjando.
Por ahora se conformaba en hacerme reír y disfrutar un rato juntos,hablando de diferentes temas y chismes de la escuela.
Al único que no había visto aún era a Gabriel.
Decían que estaba en cama al igual que yo.Ni sus padres ni los chicos le dejaban salir de casa temiendo que aún estuviese demasiado débil.
Echaba de menos sus ojos dorados mirándome con un aprecio diferente al de cualquier persona.Me miraban con amor.Un amor que provenía directo de su corazón.
Pero aunque sus ojos expresasen aquellos sentimientos,las demás fracciones de su cuerpo no hacían lo mismo.
Me rondaba bastante por la cabeza la pregunta de si Gabriel y yo seríamos más que amigos o solo era un producto de mi imaginación.
Cada vez que intentaba recordar aquella noche que pasamos juntos lo único que veía era una niebla oscura de sombras.Solo sombras era lo que terminaba recordando.
Si me preguntaba lo que sentía por él ... Sí.Algo en mi interior me decía que debía estar con él,que las casualidades no existían y que él había entrado en mi vida para que estuviese a su lado.
Pero ... "¿Y si él no sentía
lo mismo por mí?" era la pregunta que siempre me hacía.
Nunca me había declarado a nadie,pero aún así no me gustaría ser rechazada,y menos de alguien como Gabriel.
Y al mismo tiempo recordaba las palabras de los chicos : "En las noches de luna llena perdemos la consciencia y aveces llegamos a hacer cosas por gusto,diversión,o incluso por cosas que deseamos y nunca tuvimos la oportunidad de realizar o expresar".
Una de esas tres tenía que haber sido la razón de la forma de actuar Gabriel.
El único testigo que teníamos era Lucas,quien dijo de habernos visto besarnos con cariño y ternura,enrollados entre sí como dos apasionados sin control.
A pesar de que hayamos aparecido semidesnudos a la mañana siguiente ¡no tenía que significar que habíamos hecho el amor!¿o si? ...
No lo sabía con certeza.Pero hasta que no lo tuviera delante y hablara con él mis preguntas no se responderían por si solas.
Al fin llegó la tan esperada vuelta a casa.
Al llegar lo único que quería era moverme haciendo alguna actividad.
-¡Hola Golfillo!¿me has echado mucho de menos?-lo saludé.
No paraba de revolear la cola a un lado y al otro,ladrando cariñosamente y saltando juguetón.
Había echado de menos mi hogar.
Lo primero que hice fue ordenar mi cuarto.Necesitaba movilidad.
Nunca le pregunte a mi madre qué me había pasado,según ella.Pero tampoco quería saberlo.
Estuve insistiendo que me diese alguna tarea para hacer, negándomelo a cada súplica."Que podía bajarme la presión al hacer tanta actividad de repente" o "que podría volver a sangrarme el cuello,aún vendado,si me esforzaba mucho".
Finalmente dijo que podía ir a tirar la basura.
-Vale-dije no muy entusiasmada. Aunque pensándolo bien me daría un "paseito",ya que la basura más cercana quedaba a casi 100 metros.
Disfruté la brisa del viento de las montañas,que se paseaba entre los árboles atrayendo mil y un de fragancias diferentes.
Mientras regresaba a casa sentí una presencia a mi alrededor.Miraba hacia los costados,adelante y atrás,pero no divisaba nada ni a nadie.
Lo extraño es que ante aquella sensación no sentí miedo ni pánico.Al contrario.Era mas bien la sensación que tiene un niño cuando lame una piruleta recién conseguida después de haber rogado por ella tanto tiempo.
Cuando divisé la casa,doblando la esquina,instintivamente dirigí la mirada hacia cierto lugar.
Sentí que mi corazón podía llegar a salirse de mi pecho.
-¡Gabriel!-exclamé.Y salí corriendo directa a sus brazos.
Nos abrazamos fuertemente después de habernos anhelado el uno al otro durante tantos días.
Fueron unos segundos muy preciados envuelta en sus brazos siempre tibios, estrujándome con cariño y aprecio.
-Que ganas tenía de verte-dije casi susurrando,acurrucándome más aún en su pecho,disfrutando de la sensación que me causaba.Confortable,cálida.
Me sentía envuelta en ... amor.
Él era lo que me había faltado durante tanto tiempo encerrada en aquel sanatorio con olor a enfermos,no muy agradable pero no difícil de acostumbrar.
-Y yo no te imaginas cuantas-.
-Gabriel ... -pronuncié dudosa.
Me separé de él sin mirarle a los ojos.
-Siento ... -me interrumpió.
-No Leti.Tu no eres quien debe sentir ninguna culpa,si no yo.Reconozco que soy un poco ... celoso-dijo.-O quizás bastante-admitió definitivamente al ver mi expresión.
-Así que siento mucho lo que pasó.Y sobre todo mi comportamiento estúpido-se avergonzó.-Es que ... -lo interrumpí esta vez yo,volviendo a abrazarle.
Sabía que cuando una persona,en este caso,se pone celosa cuando la otra se preocupa por otro, significaba que le importaba y quería protegerla y cuidarla más que nadie en el mundo.
Esa era mi suposición después de haber visto muchas películas,y podría significar que eso le sucediese a Gabriel.O como ya dije,solo era una suposición.Aún así me gustaba creer que podía llegar a gustarle.
-¡Shh ... !No necesitas darme ninguna explicación-le susurré.
Me había hecho toda una película en mi burbuja de sueños.Pero prefiero tenerla en secreto por ahora.
-¿Por qué ... ?-fue de vuelta interrumpido.
-¡Te entiendo!Imagino el porque de tu actitud-.
-¿Y porque crees que me pongo así?-quiso saber.
-Es algo que tengo reservado por el momento-dije,esquivando su pregunta.
-¿Y ésta tarde podrías compartirlo conmigo?-me insistió interesado.
-No creo.Lloverá-dije, negándoselo "entre líneas".
-Y si te digo que no ¿aceptarías salir conmigo a dar una vuelta?-actuó como un completo galán de película, cuando debe conseguir que la chica acepte su petición sin un "no" por respuesta teniendo algo planeado para sorprenderla y hacer que caiga a sus pies completamente enamorada.
-Hoy el tiempo tiene una sorpresa que mostrarte-insistió al no obtener una respuesta instantánea.
No pude reaccionar ante aquella mirada.Me había imnotizado haciendo que cayera a sus pies sin necesidad de antes ir a pasear con él a solas y enamorarme con un beso.
Todo aquello no hizo falta.Ya me había enamorado sin siquiera haberme resistido.
Yo no era de esas chicas que les gusta que las sigan detrás,suplicando por su amor, haciéndose las interesantes y disfrutando verlos sufrir por ellas.
Yo o me interesaban o no,sin necesidad de hacerlos sufrir en caso de que sí me gustasen.
Cuando veía chicas así me ponía en el lugar de estos y no era para nada agradable.
-"Nunca hagas lo que no te gusta que te hagan"-siempre recordaba esa frase.Y aunque todos la pasen por alto sin creer demasiado en su significado,yo intentaba serle fiel.
No digo que nunca haya estado en el lugar de "chica rompe corazones" -¡pero con los errores se aprende!-otra frase importante para nuestras vidas,quien quiera aprender y escuchar de ellas ...
Se acercó a mi peligrosamente.En mili segundos me imaginé lo que podría llegar a pasar en aquellos momentos.
Pero para mi decepción solo me susurró al oído y luego me besó en la frente para despedirse de mí.
Me quedé parada en la misma posición ya habiendo desaparecido entre las sombras de los árboles del camino.
Alcé la vista al cielo.
No parecía que fuese a hacer buen tiempo como para ir a dar un paseo a la tarde.Pero si Gabriel estaba tan seguro ...
-"¡Bueno ... !"-suspiré para mis adentros.Me habría gustado hablar más tiempo con él.Me daba la impresión de que tenía prisa.¡Quizás tenía una reunión con los chicos!O quizás se había escapado sabiendo que hoy saldría del hospital ¿¡ ... !?
Aún así me conformaba,y estaba feliz porque era la primera vez que me invitaba a salir con él.
Entré a mi cuarto.
Intentaba imaginarme como sería la salida.Me llevaría a una plaza,a tomar helado u otra cosa ... No me lo llegaba a imaginar,pero estaba ansiosa y llena de curiosidad pensando a dónde podría llevarme.
Sin apenas darme cuenta fui quedándome dormida.Al final cuando una madre te dice algo por tu bien siempre acaba teniendo razón.Había querido hacer tanta actividad desde que había llegado yendo de un lado para el otro intentando encontrar algo que ordenar o limpiar que no me había percatado de que mi cuerpo había agotado toda energía,y necesitando recuperarla,me quedé tendida en la cama.
Desperté ya descansada,y sin mirar la hora empecé a prepararme antes de que Gabriel llegara,recordando cada susurro;
-"Vendré a buscarte antes de que caiga el sol.Hasta entonces descansa"-.
Me dirigí hacia el comedor con intenciones de comer alguna fruta.Agarré lo primero que vi,sin querer comerme el coco para encontrar algún capricho mio.
Sobre la mesada vi unas manzanas bien rojas.Tomé una y al acercármela a la boca y dar el primer mordisco pude oler su aroma.Suave,apetitoso ... crujiente.Pensé ésto último mientras la saboreaba.
Me dirigí a la entrada,escuchando a mi madre hablar,pensando que me llamaría a mí.
Me asomé y vi a mi madre hablando con ... ¡Gabriel!
Dirigí mi mirada hacia la ventana apresuradamente,y efectivamente ya era la tarde,y no mucho faltaba para que el sol cayese sobre el horizonte.
Dejé la manzana sobre la mesa y me dirigí de nuevo a la entrada.
-¡Hola!-saludé a ambos.
-¡No me habías contado que te irías a dar una vuelta!-me miró mi madre un poco molesta.
-Es que me quedé dormida y se me olvidó-expresé disculpa en mi rostro.
Me volvió a mirar,molesta.
-Bueno ... ¿nos vamos?-quise salir de allí cuanto antes sin tener que soportar esa mirada durante mucho más tiempo.
-Te estaba esperando-contestó Gabriel con su sonrisa de siempre.
Nos alejamos de allí rápidamente.
Estaba recostada sobre su lomo mientras corría hacía la cima de una montaña,no tan alta como otras a su alrededor,pero se ubicaba bastante lejos ¡o al menos me lo parecía!
Cuando estuvimos en la cima me agarró de la mano.
-Cierra los ojos-me dijo.
Me quedé pensativa.
-Confía en mí-insistió.
-De acuerdo-me convenció al fin,no pudiendo negarme a esos ojos,y esas palabras y ... en fin.No pude.
Mientra me guiaba con los ojos cerrados sentí los rayos de sol rociando mi cara de un suave calor de atardecer.Y mientras ...
-¡No puedes usar tan despiadadamente tus "encantos" para obligar a los demás a hacer lo que tu quieras!-le dije burlona y sarcásticamente,aparentando ser una frase inocente.
-Puedo si es para intentar sorprender a una persona-se defendió.
-¡¿Y le hacías lo mismo a todas?!-seguí con la burla.
-Ya puedes abrirlos-dijo habiéndome sentado en el suelo.
Abrí mis parpados poco a poco,acostumbrando a mi pupila al resplandor de aquel lugar.
Me quedé boquiabierta ante aquella visión.
Pasto de un verde intenso,con flores pequeñas,blancas y amarillas,sobresaliendo de éste.Ligeras nubes rosadas en el horizonte,y un sol anaranjado descendiendo entre ellas.
-En realidad solo a ti-me susurró desde atrás,terminando de responder a mi sarcástica pregunta de lo más tierno.
-Es un lugar muy bello-dije después de un rato observando.Seguía maravillada ante aquel paisaje.
Una de las cosas mas hermosas de este mundo eran los atardeceres.Nunca eran iguales desde donde lo miraras.Siempre uno era más hermoso que el otro.
-Igual que tú-dijo.
Lo miré a los ojos,y vi algo que nunca había visto,algo indescriptible,algo completamente nuevo para mi.Nunca antes me habían mirado de aquella manera.
No sabía qué hacer ni como reaccionar.
Comenzó a aproximarse a mis labios.
No podía moverme.Me había quedado petrificada.
Al no reaccionar se quedo dubitativo justo a unos centímetros de ellos.
Comenzó a alejarse.-Perdona.No sé ... -comenzó a decir.
E instantáneamente,sin saber porqué,antes de que se alejase demasiado ... lo besé.
Quedó realmente sorprendido por mi reacción.Pero no tardamos mucho en quedar envueltos en nuestros abrazos y encantados cómo por un hechizo en nuestros labios, moviéndose al compás de nuestros corazones.
*********************************