28 ene 2011

(cap. 20) ... Auto control...

Leti

Me desperté teniendo la impresión de haber estado un largo tiempo en estado de coma.
Abrí los ojos poco a poco.La luz que entraba por una ventana me encandiló,cegando mis ojos,sin aún acostumbrarme después de tanta oscuridad.
La segunda vez que los abrí me vi acostada en una cama de hospital.A mi izquierda una mesita con flores de diferentes formas y colores.Todo viendo aún borroso.
Cuando miré a mi derecha vi,ahora mas claramente a mi madre y a Sara sentadas junto a mi camilla.
-¡Que alivio que hayas despertado!-suspiró mi madre más tranquila.-¿Cómo te encuentras?-preguntó.
-¡Estábamos preocupadas!-se aseguró en decir Sara.
Aún no entendía lo que había sucedido.
Miré a mi izquierda y vi colgando una bolsa en la que pendía un hilo de color rojo.Seguí su trayectoria con la mirada hasta que me di cuenta de que finalmente se incrustaba en mi piel,contactando con la vena de mi muñeca.
Volví a mirarlas a ambas,esperando una respuesta.
-Estoy un poco cansada-dije mientras me acomodaba en el respaldo de la camilla.
-Me imagino-agregó mi madre.
"Toc,toc,toc" se escuchó.
Fijamos nuestras miradas hacia la puerta.
-Venimos a ver si Leti estaba ... ¡Vaya! ¡si ya estas despierta! - exclamó Valeri con una sonrisa demasiado amistosa.
- Lo sentimos.Pero Valeri estaba cansada de esperar - agregó Dominik mirándome con cariño.
- ¡Hola dormilona! - escuché una voz masculina tras ellas.
- ¿¡También vosotros!? - exclamé entusiasmada.
Habían venido Maury,Derek,Kevin,Isaac ¡E incluso Ángel!
Pude observar que depositaban varias cosas en la mesita del costado ; más flores,chocolates ...
Estaba muy emocionada,además feliz de verlos a todos en perfecto estado.
Me encantaba estar en su presencia.Aveces me paraba a pensar y decir; "mis verdaderos y mejores amigos no son normales como los tiene toda la gente".
Era muy afortunada por haberlos conocido.
-¡Bueno!-exclamó mi madre.-Volveremos después-dijo mientras se colgaba el bolso en el hombro y agarraba a Sara de la mano.
-Vale-la miré agradecida.
En cuanto atravesaron la puerta aproveché el momento.
-¿Qué fue lo que pasó?-pregunté desorientada en cuanto a la situación.
-Tranquila.Maury y los demás nos encargamos "del tema" - dijo remarcando las últimas palabras mientras se hacía el interesante.
-¡Pero que dices!si esa rata escurridiza se nos escapó-rectificó Maury.
-Bueno,pero por lo menos pudimos darnos el gusto y darle unas cuantas patadas en el culo-se carcajeó Derek y los demás con él.
En ese momento de risas me di cuenta.
-¿Dónde está Gabriel?-pregunté preocupada.
Aquellas expresiones divertidas fueron intercambiadas por otras serias.
-Él está ... ¡bien!Se está recuperando-contestó finalmente Isaac un tanto indeciso y poco creíble.
-¿Recuperarse de qué?-no comprendía,ahora más preocupada.
-No te preocupes Leti.Gabriel está perfectamente-remarcó la última palabra dedicándole una mirada asesina.
-Digamos que tuvo algo parecido a un paro cardíaco-aclaró Kevin.
-¿Y porqué?¿Qué le ocurrió?-pregunté aún preocupada y sin comprender aún del todo lo que intentaban decirme.
-¿No recuerdas nada?-me preguntó Dominik extrañada y con preocupación.
Intenté hacer memoria.
Empecé por recordar aquella noche.A aquel vampiro llamado Adam.A Lucas luchando contra él.Aquel dolor en mi cuello.Un dolor punzante.
Al recordaresto último me palpé el cuello rápidamente.Note que estaba vendado.Me apreté y me dolió.
Los miré,buscando una cara en particular.
-¿Y Lucas?-pregunté asustada.
-Él esta ... -Dominik fue interrumpida por otra voz proveniente de la puerta.Y nos volvimos todos hacia esa dirección. - ... aquí-.
Y apareció con una sonrisa que resplandecia.
Una ola de alivio me envolvió por completo al ver que seguía sano y salvo.
-¡Bueno!-exclamó Valeri.-Dejémos la sala que esto ya es privado-sonriendo me guiñó un ojo y empujó a todos hacia la salida.
Se lo agradecí con otra sonrisa.
-Te veo bien-le dije una vez estando completamente solos.
-No podría decir lo mismo de ti-me sonrió afectuoso.Y tomó asiento junto a mi. -Pero sigues estando preciosa-dijo mientras me miraba intimidan.Le devolví la sonrisa mientras mis mejillas se sonrojaban sintiéndome intimidada.
Nos quedamos en silencio durante unos segundos.
Y volví a hacer "la pregunta del año".
-¿Qué pasó?-.
-Adam escapó-dijo con expresión sombria.-Gabriel recibió un "ataque al corazón" por tu ... accidente ... -se quedó trabado con la mirada perdida en algún recuerdo.
-¿Y tú?-quise saber.
-No puedo mentirte-dijo mirando mi cuello lastimado.-Adam me tentó para que probase tu ... sangre-cerró los ojos fuertemente como si al recordar el placer del sabor de mi sangre le hiciese perder el control.
se apoyó en el regazo de la cama.
-Si no hubieran llegado podría haberte matado-dijo,sintiéndose culpable,mientras juntaba las manos cerrándolas entre sí y apoyando su cabeza en ellas,mirando hacia abajo aun con los ojos cerrados.
Le agarré de ambas manos y lo miré a los ojos.
-Sé que no habría sido así-le dije con toda franqueza.
Volvió a mirar al suelo.
-No me lo abría perdonado-dijo mientras me apretaba con fuerza,ahora él sosteniendo mis manos.
-Lucas.Mírame-le dije acariciando una de sus mejilla frías.
-Sé que no lo habrías hecho.Lo sé-le repetí,confiando absoluta y ciegamente en que no habría sido así.
Cerró sus párpados,sintiendo el calor de mi mano.
De repente adoptó una actitud extraña.Tomó mi mano y se la acercó a su nariz,como intentando captar algún olor muy tenue.
Aspiró una vez.
Capté un cambio de color en sus ojos azules cuando los abrió sin prisa alguna,los cuales se volvieron naranjas con un tono rojizo.
Se levantó siguiendo ese olor hasta mi cuello,sin acercarse demasiado.
Seguro que notó como mi pulso se aceleraba y mi respiración se agitaba,ya que de súbdito abrió los ojos,como habiendo "bajado de las nubes" y aterrizado de golpe, percatándose de lo que hacía.
Se apartó apresuradamente de mí,apoyándose sobre la ventana mientras respiraba grandes bocanadas de aire,como queriendo eliminar aquella sensación de sangre en sus pulmones.
También me dediqué a respirar hondo queriendo calmar mi pulso.Una vez obtenido dejé escapar una breve carcajada.
Me miró sin entender,ya habiendo recuperado hasta su color de ojos.
-No es gracioso-dijo,al parecer ofendido por mi reacción.
-Tengo razón-dije,ignorando su comentario.
Me miró aún más perdido que antes.
-Sí-exclamé.-Sí eres capaz de controlarte.Solo es cuestión de practicar-lo miré orgullosa de confiar en él como tanto indicaba mi corazón.
-Creo que se necesita mucho más que práctica para controlarme.Sobre todo contigo ahora que sé como sabe tu sangre-se aproximó hasta estar a unos centímetros de mí con intenciones de asustarme.
-Entonces practiquemos-dije acercando mi rostro al suyo,poniéndome provocativa.
Instantáneamente lo alejó al tiempo que me lo acercaba,esta vez pasando a ser victima de la tentación,no como antes cuando la víctima fui yo.
-No provoques-dijo,esta vez con expresión seria y asustada.
-Tú no te hagas el chulo-le dije,ahora siéndolo yo.
Me sonrió afectoso,como señal de rendición.Y volvió a sentarse junto a mí.
Volvimos a quedar mirándonos,como de costumbre,sin nada que decir hasta que alguno de los dos rompía aquel silencio,desviando la mirada.
-Dime ¿Qué queréis decir todos con la frase de "a Gabriel le dio un paro cardíaco" ?-volví al tema anterior.
-Por lo que alguna vez escuche,cuando un lobo tiene como pareja a un humano,el lazo es más fuerte que en una pareja exclusivamente de éstos.Y cuando la humana(en este caso)es dañada gravemente hasta el punto de morir,el corazón del lobo deja de latir-explicó como si se lo hubiera aprendido de memoria.-Y eso es lo que creemos que le pasó a él-terminó.
-Entiendo.Pero ¿ cómo es que al morderme no me transformé en vampiresa? -no me quedó claro.
-La leyenda no dice nada de eso ... -quedó reflexionando a ver si recordaba algo al respecto.
Me lo quedé mirando,feliz.
Y quedamos otros minutos en silencio.
-Me alegro de que al fin y al cabo estés bien-volví a cambiar de tema inconscientemente.
Se puso serio.
-Leti ¿porqué me apartaste cuando Adam intentó atacarme poniéndote tú en mi lugar?-quiso saber,sin comprender aquella reacción.
Entendí a lo que se refería.
-No quería que te matase pudiendo impedirlo-no tardé en contestarle.
Suspiró.
-En eso te equivocas-dijo.-Yo ya estoy muerto-remarcó haciendo entender ese "ya".
-Entonces no lo demuestras lo suficiente-adopté también una postura seria.
-Aún así no vuelvas a hacerlo ¿entendido?-me dio una orden en un tono el cual nunca había oído, mirándome más serio que nunca.
Aún así no me desagradó.
Me acerqué a él, afectuosa,y lo abracé con ternura.
-No te preocupes tanto por mí-le susurre.
-¡Cómo no habría de hacerlo!Me resultaría imposible-.
-Entonces también deja que los demás nos preocupemos por ti-lo miré a los ojos.
Rió.
-¿Porqué siempre tienes que competir contra todo lo que te digo?-se quejó.
-Porque tú no me das razones para no hacerlo-respondí divertida.
Rió de nuevo.
Me acurruqué en su cuerpo frío.
-Mmmm ... que fresquito se está aquí-exclamé a gusto.
-¿Tienes calor?-preguntó.
No di una respuesta definitiva.
-Puede ser-.
Entonces entro una enfermera.
-Que lindo es ver estas escenas de pareja-dijo al vernos tan acurrucados.
Nos separamos en cuanto escuchamos esas palabras.
-Vine a traerte tu comida ¡que de algo debes alimentarte para seguir así de linda!-dijo posando en mi regazo una bandeja con comida variada.
-¡Pura vitamina!-exclamó con una carcajada seguida de una sonrisa amorosa.
Era ya una enfermera entrada en años,de mediana estatura,con alguna que otras canas desteñidas a los costados y arrugas al extremo de su sonrisa,ojos y frente,de expresión cariñosa y tolerante.
-Te dejaré comiendo tranquila.Además tu madre y hermana esperan para hacerte compañía-dijo Lucas oyéndolas afuera.-Ya nos veremos-se despidió.
-Adiós-dije cuando ya había salido de la habitación.
-Qué suerte en haber encontrado a un novio que se preocupe tanto por ti !y tan guapo!-me sonrió cariñosamente.
-No ... no somos novios-aclaré indecisa por si Lucas me llegaba a escuchar.
-¡Pues no demores!Parece que él está muy enamorado-me dijo viéndolo desde su punto de vista.
Cierto.Lucas era guapísimo y muy bueno además de tener otras virtudes.
Pero no era el único.
También estaba Gabriel.
No tenía porqué darme pena ninguno.Tampoco tenía preferencia porque los quería a ambos,pero de diferente manera y eso lo cambiaba todo.
Eran dos chicos muy diferentes,pero a la vez muy parecidos.
Ambos eran los mejores chicos que había conocido en toda mi vida.
Los quería muchísimo y no los cambiaría por nada del mundo.
Nunca me arrepentí de haberlos conocido.Y a pesar de todos los peligros,no me arrepiento ni ahora ni lo aré nunca.

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1 comentario:

  1. Hola Lua! Me hace mucha ilusion que siguas escribiendo :) Sique asi y haber si encuentro un momentito para leermelo todo,

    Con cariño y un beso fuerte
    C*

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